Una bocanada de aire fresco
Siempre vuelvo a casa del trabajo cruzando el Parque Tenbosch (no se lo pierdan si vienen al norte), un océano verde a dos pasos de casa. Bruselas es, sin lugar a dudas, una ciudad feísima, pero es la segunda capital europea con más zonas verdes por metro cuadrado. La ciudad está llena de espacios naturales y, como no para de llover, verdes y húmedos. Cruzando el parque a diario me doy cuenta del cambio de las estaciones: el verano, con la sequedad que trata de imponerse en un país húmedo como ninguno; la primavera, con todo su esplendor de colores y olores; el otoño, con toda su gama de marrones….
Me encanta salir de currar, entrar en el parque y aspirar profundamente: el olor fresco y a naturaleza me sacude de pies a cabeza. Estoy viva! Y, como canta mi querido Serrat, hoy puede ser un gran día!
Y pronto, iré a las Ardennes a recoger frambuesas!!!
1 Comments:
Mmmm, yo también quiero frambuesas!
Y creo que Bruselas no es tan fea...Dai che alla fine te la godi, almeno hai piccoli momenti di piacere...Un bacione!
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